21-12-07

camino a Amsterdam

Venía de Hamburgo y me dirigía a uno de los destinos que más añoraba conocer. El primer tramo no fue un viaje fácil. Había comprado un pasaje en una máquina pero sólo después que me sacaron de mi lugar dos veces y después de exigir explicaciones en mi precario inglés, una amable azafata me explicó que no tenía reserva de asiento. Tuve que viajar de pie durante varias horas. Me dio rabia y pena, lloré y me consolé con el paisaje, sentada en mi equipaje. Tenía que estar atenta a la combinación de trenes. Un hombre mayor me ofreció su asiento pero bajabamos en la misma estación, así que me ayudó con la maleta lo que me vino bien porque había una escalera considerable por bajar. El segundo tramo, fue tranquilo y placentero, estaba feliz, por fin camino a mi destino.

No hay comentarios.: