
En bicicleta llegué hasta el Boulevard De Ménilmontant, guiada por mi amiga Ivonne. Un barrio alucinante para una sudaca primeriza en esta capital, multiétnico en vestuario y costumbres. Después seguimos a Belleville donde entre estrechas calles, nos encontramos con colores y sabores. En esos barrios, me habría gustado ser invisible para acercarme a la gente, y sin perturbarla fotografiar su belleza.
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